lunes, 9 de abril de 2012

chistes



Un borrachito estaba miando en medio de la calle, cuando llega un policía y le dice:
"Que bonito, que bonito"
A lo que el borrachito le contesta:
"Deje de lo bonito, lo bueno que me ha salido".
Gracias, Amado
Conversaban dos hombres en un bar cuando uno pregunta:
- Disculpa la pregunta, ¿pero a ti te cae bien tu suegra?
- No, para nada.
- Entonces ¿por qué llevas una fotografía de ella en el paquete de cigarrillos?
-¡Ah! Es que quiero dejar de fumar.
(Gracias, Pedro)
Un hombre llega a su casa y su mujer le dice desesperada:
-¡ Mi amor, mi amor, a mi mamá la picó un escorpión!
- ¿Cómo pudo picarla un escorpión?
¡si había 4 en la cajita!
(Gracias, Jorge Navarro)
En una ocasión había muchas personas reunidas en una casa y pasó por aquel lugar un conocido de la familia y preguntó:
- ¿Qué pasa?... ¿Ha muerto alguien?
- Sí, mi burro ha matado a mi suegra de una patada.
- ¿Y toda esa gente conocía a tu suegra?
- No...¡ han venido a comprar el burro!
(Gracias, Sergio)
¿Existe el infierno después de la muerte?.
Para los solteros sí, los casados lo tenemos convalidado.
(Gracias, Horacio)
Un ministro bautista y un rabino están sentados juntos en un avión, en primera clase. Se les acerca la azafata y les pregunta que quieren beber. El rabino contesta:
- Yo me tomaré un martini, gracias.
-¿ Y usted ?-. El ministro contesta indignado:
- ¿¡Pero cómo se atreve!? ¡¡Antes que mancillar mi cuerpo tomando alcohol cometería adulterio!!
El rabino se apresura a decir:
- ¡Oiga olvídese del martini !
¡No sabía que se podía elegir!
(Gracias Sergio)
¿Por qué al papa-móvil le dicen la licuadora?...
Porque por un lado entra el papa y por el otro sale el sumo pontífice.
(Gracias Claudia)
Dos monjitas piden limosna por las casas. Llaman a una puerta. Sale la señora.
- Una limosnita. ¡Somos hermanas de Cristo!
- Aaaaah... ¡Pues que bien se conservan!
(Gracias, Homero)
Se pierden un sacerdote y una monja en una tempestad de nieve.
Después de un rato, llegan a una cabaña pequeña. Sintiéndose agotados, se prepararon para ir a dormir.
Había una pila de mantas y un saco de dormir en el suelo pero solamente una cama. Siendo un caballero, el sacerdote dijo:
- Hermana, usted duerma en la cama. Yo dormiré en el suelo en el saco de dormir. Inmediatamente que él se mete en el saco, y sube la cremallera para cerrar el saco comienza a quedarse dormido y la monja dice:
- Padre, tengo frío-. El cura baja la cremallera del saco de dormir, se levanta, busca una de las mantas y cubre a la monja con ella. De nuevo, el cura se mete en el saco, sube la cremallera para cerrar el saco y comienza a cerrar los ojos para dormir cuando la monja dice de nuevo:
- Padre, sigo teniendo mucho frío-. El sacerdote desabrocha el saco, se levanta otra vez, busca otra manta, la pone sobre ella y se mete en el saco de dormir de nuevo. Apenas sus ojos se cierran, ella dice:
- Padre, me estoy congelando...- Esta vez, él permanece allí y dice:
- Hermana, tengo una idea. Estamos a millas de cualquier ser humano, alejados completamente de la civilización! ¿Por qué no hacemos como si fuéramos marido y mujer?
- Por mí no hay problema -contesta la hermanita con voz coqueta. A lo que el cura responde gritando:
- ¡Pues levántese de la cama y busque su propia manta!
(Gracias, Eduardo)(Tenerife, España)
¿Por qué los gallegos tienen una jarra desocupada en la nevera?.
Por si las visitas no quieren nada.
(Gracias, Eduardo)(Tenerife, España)
Hay dos tipos conversando. Uno le dice al otro:
- ¡hoy le compré un hermoso collar a mi suegrita!-.
Y el otro le dice:
-¡Yo prefiero tenerla amarrada!
(Gracias Horacio)

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